martes, 16 de septiembre de 2008

Aquellos días...¿Ya estoy viejo?


De aquella sala de cine ya sólo queda su rotulo luminoso. Algunos ya ni siquiera vieron esta propiedad luminotécnica, aunque algunas veces los pastores la encienden (para información del lector, el uso del edificio es en la actualidad de carácter religioso; esta gente han de pensar que su iglesia es toda una "noveda"). Yo observo esto con mis ojos nostalgicos, el letrero representando los fotogramas y en cada una una letra, es para mí un umbral temporal cuando los sábados ingresaba a las 9 a.m. y salía a las 5:30 pm, adentro veía hasta dos veces cada película. Cuando entraba estaba soleado ya afuera era de noche, las aceras mojadas por una lluvia que no sentí, la gente corriendo para llegar a sus hogares. Yo también caminaba hasta mi casa, veinte minutos de camino que me servían para volver a pensar en las novedades del cine que había visto